La Opinión, By Pilar Marrero

Los niños ciudadanos estadounidenses cuyos padres son arrestados por las autoridades migratorias tienen hoy en día más protecciones y derechos debido a cambios en políticas que comienzan lentamente a tener su efecto, pero eso no impide que las separaciones familiares continúen.
Guillermo Daniel Barajas Zavala, de 9 años de edad, puede dar fe de ello. Hace unos días vivía con su mamá, María Zavala, en México y extrañaba a sus hermanos y tíos en Lancaster, California, a quienes no veía desde hace tres años. Esta semana, el niño está de vuelta en Lancaster, y su mamá está en un centro de detención de Phoenix, Arizona.

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